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Tlaquepaque, ¡qué lindo es!
13
JUN

La Morena te lleva a conocer la tradición y el encanto de este municipio jalisciense.


 

El origen de la palabra Tlaquepaque no es muy claro; son muchos los significados que se le han asignado, pero de todos ellos, hay dos que destacan sobre los demás: 'Sobre lomas de barro' y 'Hombres que fabrican trastos de barro'. Sea cual sea la correcta, es un hecho que ambas guardan una relación estrecha con una de las principales actividades de la región; hablamos de la alfarería. No es gratuito que en la jerga popular existan frases como la que presentamos a continuación: 'Estás como jarrito de Tlaquepaque'.

Más allá de la faceta artesanal de esta alcaldía, existen otras manifestaciones culturales dignas de mencionar, entre las cuales destacan la arquitectura y la gastronomía. En Tlaquepaque, existen recintos de gran importancia, uno de los principales es el Parián, catalogado como el centro de convivencia familiar por excelencia en la región. Ahí, cobran vida una diversidad de restaurantes al aire libre, con platillos como la birria, el pipián y el pozole, cuya sazón es simplemente fenomenal.

Otros referentes arquitectónicos de la zona son la Parroquia de San Pedro Apóstol, ubicada justo en el centro de la ciudad y enverdecida por el Jardín Hidalgo; el Santuario de Nuestra Señora de la Soledad, reconocido por su hermosa cúpula de doble tambor con más de una docena de ventanales, y el Palacio de Gobierno, cuya fachada luce arcos de estilo romano.

Tlaquepaque respira historia y cultura a través de espacios como el Museo Regional de Cerámica, ubicado en una casa del siglo XIX; el Centro Cultural El Refugio, erigido en el centro; la Casa del Artesano, donde es posible admirar y comprar una gran variedad de artesanías, y la Casa Histórica, declarada como monumento gracias a que ha conservado su trazo original.

A decir verdad, el simple hecho de transitar por sus calles ya representa un atractivo turístico, pues en cada una de ellas se erigen coloridas tiendas de artesanías, esculturas al aire libre, pisos adoquinados y viejas casonas. En suma, Tlaquepaque es un sitio digno de admirar, porque en él pervive la tradición artística y gastronómica de varias generaciones.